El término accesorio hace referencia a todo aquel elemento u
objeto que se utiliza para complementar otra cosa y que es opcional tener en
cuenta. El accesorio es siempre un auxiliar de aquello que es central y esto
puede aplicarse a un sinfín de elementos de diferente tipo, aunque hay determinados
ámbitos o expresiones en las que la palabra accesorio se usa con mayor
frecuencia.
Los accesorios se dividen en dos grupos los que acompañan y
los que visten. Hablaremos un poco de ellos.
El abanico
Nos referimos al abanico, del cual se tienen registros de
que fue utilizado por civilizaciones antiguas como la Egipcia, en la que eran
de grandes dimensiones, fabricados con plumas y movidos por esclavos para dar
aire al faraón y espantarle los insectos que lo rondaban. También los
Estruscos, según se sabe, utilizaban abanicos desde el año 500 antes de Cristo.
El abanico de pequeñas dimensiones tuvo uno de sus mayores usos en China, donde
además de ser utilizado para refrescarse, era un elemento decorativo y
elegante. Los abanicos chinos se producían con materiales como seda, papel,
plumas y bambú, y resaltaban porque eran pintados decorativamente con
inigualables diseños. Fue hasta el siglo VII después de Cristo cuando vio la
luz el abanico plegable, en Japón. Posteriormente se difundió y comercializó en
Europa, donde fue España el país que mayormente lo acogió y quien lo trajo a
América.
El bastón
La Historia del
bastón está llena de ejemplos, cuando menos curiosos, de los usos que el ser
humano ha dado a este instrumento capaz de ser complemento en el vestir,
elemento de medida, arma de defensa, instrumento de juego, artículo mágico y,
sobre todo, fiel compañero.
Desde el principio de los tiempos el bastón ha acompañado
la vida del ser humano en su evolución. Fue un fiel compañero de viaje de los
grupos de cazadores y recolectores, que utilizaban las ramas fuertes de los
árboles con maderas resistentes y moldeables como la caña de azúcar, los
juncos, etc, aunque los favoritos eran los huesos de sus presas, tanto por su
fácil manipulación como por su peso moderado.
Más tarde egipcios, romanos, griegos, visigodos, etc. reconvirtieron la
utilidad del bastón que pasó de ser una herramienta para caminar a convertirse
en un signo de poder con la aparición de los bastones de mando.
Durante la Edad Media el bastón se convirtió en un
compañero fiel de peregrinos y soldados procedentes de las cruzadas que
viajaban de una tierra a otra. En este momento los bastones eran un fuerte
palo, muchas veces terminado en una puntera metálica, ya que no sólo ayudaban
en el camino sino que permitía defenderse de animales o bandidos inesperados.
A partir del siglo XVI, el bastón se convirtió en un signo
de distinción para las clases privilegiadas, y muchos retratos de personajes
eminentes aparecen acompañados de bastones. El descubrimiento de América
aumentó el número de creaciones, ya que maderas hasta entonces desconocidas
permitían crear ejemplares exóticos donde además se incrustava oro y piedras
preciosas. Con el tiempo los bastón se convirtieron en signo de distinción de
la aristocracia europea, el bastón pasó a ser una pieza imprescindible de la moda
de la época. A partir de aquí la creación de bastones fue en aumento en las
principales ciudades europeas, tengan un especial interés por las piezas de tierras
lejanas como Egipto, China y Países Árabes. Hacia finales del siglo XIX un
fabricante ingles podía vender más de medio millón de bastones al año.
El bolso
Lamentablemente, no se tiene constancia fiable de cuándo
apareció el primer bolso de la historia ni de su origen exacto. Pero debes
saber que desde los inicios de la existencia de la humanidad ya estaba
presente. Este hecho se conoce gracias a que los antiguos pueblos prehistóricos
dibujaban sobre la roca figuras y símbolos en los que representaban cómo era su
vida y sus costumbres (petroglifos). Pues bien, en algunas de estas pinturas
que se han conservado hasta nuestros días, se puede observan imágenes con
rasgos femeninos que portan una especie de bolso colgado del brazo. Es
importante que conozcas que el ser humano prehistórico se desplazaba para poder
obtener alimentos, es decir, eran nómadas (tal vez te interese saber cómo
nacieron los primeros pueblos). Por este motivo necesitaban algo que les fuera
útil para poder transportarlos.
El cinturón
Los cinturones son una prenda que ha formado parte de la
vestimenta de hombres y mujeres desde la edad de bronce. La manera de nombrar a
esta prenda es diversa, por ejemplo en Argentina o México se denomina cinto y
en Venezuela o Chile
se denomina correa. Con el pasar del tiempo los
fabricantes de cinturones han utilizado una variedad de materiales como bandas
elásticas y cuero para fabricar una pieza larga que se coloca alrededor de la
cintura para sostener pantalones y entallar al cuerpo vestidos, faldas o short.
Y aunque todos conocemos los cinturones, su función, lo
variado de sus diseños y materiales con los que pueden estar fabricados, es
interesante conocer de dónde viene y cómo ha evolucionado esta pieza tan utilizada
y necesaria por todos y durante cualquier ocasión. El cinturón en la historia
La primera referencia que se tiene de los cinturones es
en la edad de bronce cuando apareció por primera vez este accesorio tanto por
hombres, niños y con menos fuerza para las mujeres, esto cambió en la Edad Media
cuando lo incorporaron al vestuario de la época.
Viajando un poco en el tiempo, en la década de 1900 a
1910 el cinturón volvió a la moda femenina con fuerza y en los años veinte fue
el momento de la moda masculina cuando el diseño de los pantalones cambió y se
convirtieron en un accesorio fundamental y no solo decorativo como se veía
anteriormente. La evolución de este accesorio fundamental de la moda durante
siglos ha sido impresionante, en especial en la época moderna con la variedad
de materiales desde los tradicionales como la piel de alta calidad, que aún hoy
mantiene primacía, hasta diseños que se adaptan a la moda y estética del
momento. Materiales para su confección
Piel de alta calidad, tejido textil y elásticos son solo
algunos de los materiales con los cuales se puede realizar la fabricación de los
cinturones, con el pasar del tiempo y las nuevas tendencias que marcan la moda
se han venido incorporando materiales que hacen que estos puedan tener una gran
variedad de diseños y colores. En Leyva confeccionamos con pieles
de alta calidad que resultan la base perfecta para
nuestras exclusivas creaciones. Piel de serpiente, cocodrilo, anguila, lagarto,
avestruz, manta raya, entre otros son los materiales que en Leyva utilizamos
para nuestra Línea Exótica. Exquisitos modelos elaborados totalmente a mano que
brindan un acabado original y artesanal. Resulta muy interesante saber que
luego de siglos de su invención, esta prenda no haya sufrido cambios en su
forma significativos y que continúa siendo un elemento indispensable dentro de
la moda.
Sombrilla
El paraguas tuvo su origen en los tiempos primitivos,
pues parece que ya estaba en uso entre los chinos en el siglo XI a. de J. C.;
también lo usaban los asirios 600 años antes de nuestra era. En los
bajorrelieves de Nínive, en los frescos de las tumbas y los palacios de Tebas y
Menfis, en los vasos pintados de Etruria y de Grecia, vemos unas especies de
paraguas o quitasoles que eran de hojas de árboles, pieles, cañas o telas.
También diferían sus dimensiones, pues fueron bastante grandes en China y muy
pequeños en Asiria y Babilonia.
En cuanto a su altura, por lo general excedía la de un
hombre. Adoptado por los europeos, el quitasol se convirtió en paraguas, y si
bien hubo una época en que las damas elegantes lucieron hermosas sombrillas de
encaje, seda y puntillas, en la actualidad han caído en desuso entre los
pueblos occidentales. Aunque nosotros no le atribuimos ningún carácter de
dignidad, durante mucho tiempo fue un objeto noble.
Hasta llegó a ser un atributo de la divinidad;
simbolizaba la protección de un poder superior, que se extendía alrededor del
dios encima del cual se colocaba. En ciertas fiestas griegas se desplegaba una
sombrilla encima de las estatuas de Dionisio (Baco), de Deméter (Ceres) y de
Hermes (Mercurio). En las procesiones de la India las figuras de los dioses
desfilaban bajo la protección de parasoles.
Pañuelo
El pañuelo se
utilizaba para actos de hombre y mujer por la noche en el siglo XV por los
marinos franceses que viajaban a Oriente. Allí, los agricultores tenían la
costumbre de protegerse la cabeza con piezas cuadradas de lino. En Europa, el
pañuelo fue adoptado inicialmente por las damas de clase alta que los
utilizaban como objeto de distinción delicadamente ornamentado. Su uso se
restringía a lucirlo en la mano, agitarlo con motivo de las despedidas o
dejarlo caer sugerentemente. Sólo a partir del siglo XVI, se comenzó a utilizar
tímidamente el pañuelo para limpiarse la nariz.
Accesorios que se visten
El brazalete
Se sabe de la existencia de pulseras y brazaletes de todas
las civilizaciones antiguas comenzando con la prehistórica de la Edad del
Bronce, los cuales suelen tener forma espiral o circular sencilla. Le siguen
los egipcios, de forma cilíndrica y de dos piezas, adornados con incrustaciones
de pedrería y emblemas propios del estilo. Los fenicios, se confeccionan a
manera de anillos abiertos y terminados en cabezas de animales. Los griegos y
romanos presentan formas circulares o espirales, imitando una serpiente y se
adornan a menudo con piedras y medallas. Del Imperio bizantino consta, por los
mosaicos y miniaturas de su procedencia, que también se usaba el brazalete por
las clases altas. Sin embargo, no debió ser muy común y menos aún en Occidente
(a excepción de las regiones del Norte de Europa) a juzgar por los escasísimos
restos que de tales complementos nos ha dejado la Edad Media. En el siglo XV
restablecieron su uso los caballeros como divisa en los juegos de armas y en la
Edad Moderna, las señoras como artículo de lujo. Con el paso del tiempo han ido
evolucionando y se han fabricado de distintas formas y con diferentes elementos.
Collar
Se le ha considerado normalmente como adorno de mujeres,
pero lejos de ser exclusivo, han usado de él también los varones en los pueblos
indígenas y en las civilizaciones antiguas de Oriente y Egipto (apenas en las
de Grecia) en las de Etruria y Roma, en el Imperio bizantino y algo en el
Occidente medieval (por lo menos, en el siglo XIV), cesando en Europa desde el
siglo XV para los hombres, salvo para uso como condecoración honorífica. Los
collares prehistóricos de la Edad de piedra consisten siempre en sartas de
conchas, huesecillos, dientes y piedrecillas. Los de la Edad de los metales
agregan a los anteriores elementos algunas cuentas de oro y cobre, de barro
cocido y de pasta vítrea o bien se transforman en torques (collares rígidos) a
manera de trenzas y de argollas o se componen de cerquillos metálicos de los
cuales penden pequeñas anillas del mismo material.
Corbata
La fecha de nacimiento de la actual corbata se remonta a la
segunda mitad del siglo XVII, con la llegada a Francia de los mercenarios
croatas. Con su traje tradicional llevaban un pedazo de tela blanca, que
llamaban 'hrvatska' (es decir: Croacia en idioma croata). La anudaban formando
una rosita y dejando colgar las extremidades encima del pecho. La croatta les
gustó mucho a los franceses que la adoptaron y llamaron cravate y luego la
difundieron en todo el mundo. Hacia el final del siglo XVII se impuso la
costumbre de anudar suavemente la corbata al cuello, con las dos extremidades
enhebradas en un ojal de la chaqueta o fijados con un broche. Durante la
revolución francesa, la corbata se volvió un verdadero status-symbol y por
primera vez adquirió un valor político: el revolucionario la llevaba negra,
mientras el contrarrevolucionario se la ponía blanca.
Gafas
La más antigua referencia histórica al aumento de vista se
remonta a los jeroglíficos egipcios del siglo V a.C., los cuales representaban
lentes simples de vidrio. El registro escrito más antiguo del aumento de vista
data del siglo I d. C., cuando Séneca, un tutor del emperador Nerón de Roma,
escribió: «Letras, sin embargo pequeñas y borrosas, son vistas más amplia y
claramente a través de un globo o vaso lleno de agua». Nerón también dijo haber
visto los juegos de gladiadores usando una esmeralda como lente correctora. El
uso de una lente convexa para una imagen más amplia es discutido en el libro de
óptica de Alhacén (1021). Su traducción del árabe al latín en el siglo XII fue
instrumental a la invención de las gafas en la Italia del siglo XIII. Las gafas
de sol, en forma de cristales planos de cuarzo ahumado, fueron usadas en China
durante el siglo XII. Similarmente, los inuit han usado lentes de nieve para
protección ocular. Sin embargo, mientras no ofrecían ningún beneficio
correctivo, realmente mejoraban la agudeza visual estrechando el campo de
visión.6 El uso del término «gafas de sol» por los historiadores es anacrónica
antes del siglo XX.
Guantes
En sus inicios los guantes no eran tal y como los conocemos
hoy en día, eran manoplas. Solo empezaron a utilizarse guantes -con los dedos
separados- a partir del siglo XII. Los guantes han servido para vestir y para
trabajar, pero también como elemento distintivo; en la época medieval era
símbolo de nobleza; durante el siglo XIX "dar con el guante en la
cara" o "lanzar el guante" era una forma de retar a otra
persona; se le "obligaba" a tener un duelo entre caballeros. Si no
aceptaba, veía comprometido su honor.
Reloj de pulso
También llamados relojes de pulsera, son los relojes que se
sujetan a la muñeca mediante una correa que puede ser de diversos materiales
entre ellos cuero, piel o metales. En sus orígenes los relojes de mano eran
únicamente objetos que portaban los varones, en un principio eran en su versión
de bolsillo pero poco a poco se fueron haciendo más populares y a finales del
siglo XIX todos tenían uno en la mano. Un tendencia que se popularizo con los
relojes de cuarzo en particular los de procedencia de origen Suizo, relojes que
demostraban gran precisión y técnica en su elaboración.
Sombreros
Los primeros sombreros tienen sus orígenes en los
imperios antiguos; en el Antiguo Egipto ya se utilizaban diversos tipos de
tocados, pero uno de los más reconocidos antecedentes del sombrero fue el gorro
frigio, un sombrero de origen frigio que fue utilizado por los griegos para
simbolizar que todo aquel que lo portara era un esclavo al que se le había
otorgado su libertad. En Grecia también surgieron el píleo (Pilleus) y el
pétaso (Petasus), siendo el petaso el primer sombrero que tenía ala.
El sombrero surge como una necesidad para protegerse del
sol y la lluvia, principalmente entre el campesinado. Los primeros sombreros
eran fabricados principalmente de fieltro y de lana. Los sombreros de los
antiguos eran generalmente blancos como lo observamos en muchos vasos pintados
que nos quedan de la antigüedad. Sófocles hace aparecer a Ismena la más joven
de las hijas de Edipo adornada con uno de estos sombreros cuando habiéndose
escapado de Tebas fue a Atenas a juntarse con su padre.
En tiempos de Carlos VI de Francia comenzaron a usarse
sombreros en el campo. En el de Carlos VIII se introdujo su uso en las ciudades
pero tan solo en tiempo de lluvia. En el reinado de Luis XI ya se habían
generalizado más y se llevaban en todo tiempo extendiéndose su uso a las
naciones vecinas. Consta que Carlos IV de Francia llevaba sombrero de castor al
hacer su entrada en Ruan en 1494. Este sombrero estaba forrado de terciopelo
carmesí y llevaba en el remate una borla de hilo de oro. Los grandes comenzaron
luego a usarlos guarnecidos de plumas, cordones y otros adornos mientras el
clero y la plebe continuaban llevando cofias o capirotes. Más adelante, el uso
del sombrero fue generalizándose variando la forma según la época. A principios
del siglo XX se usaba comúnmente en todo el mundo civilizado. Su uso se
encuentra en retroceso desde entonces.
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